sábado, 17 de octubre de 2015

¡Necesito una cinta roja!

¡Hasta el gorro! ¡Necesito una cinta roja!
Aunque no sé si funcionará...

Venga, ésta va a ser la primera entrada random de verdad sobre mi vida...

Todo empieza... ¡Hace años!
Resulta que en el centro de Valencia a veces se pasean unas señoras con un ramillete de romero y pulserillas... Te engatusan y te cobran...

Bueno, tengo que decir que la primera vez me engatusaron y se ganaron 5€ conmigo (que por cierto, la chica en cuestión se fue al Mcdonalds directa con mi dinero, tendría hambre... digo yo).
Y... en general, cada vez que me ven me dicen que tengo mal de ojo... Vale, me diréis que se lo dicen a todos... Pero aunque voy con gente se dirigen a mí... (U_U)

Desde entonces, las esquivo y si se acercan agacho la cabeza y ni miro...

Bueno, hacía tiempo que no me las encontrava, pero hace poco fui a comer con una amiga. Cuando la señora en cuestión se acercó, mi amiga le dijo «No, no queremos», directamente y mirándola a la cara... y la señora del romero me miró a mí y me dijo, una vez más, que yo tenía mal de ojo.
Bueeeno... ha sido una... No pasa nada.

Tres semanas más tarde, cenando con otra amiga, se acerca a la mesa directamente... «¡Te han echado mal de ojo!» Me dijo.... A mí otra vez.   orz

Hablando de eso con varias personas, me dijeron que en teoría, necesitas una cinta roja para escapar del mal de ojo...
Parece que a primera vista nadie le hace caso pero... En realidad hay bastantes personas que sí que la llevan...

Total, que a las señoras que tanto me quieren,  últimamente hay cúmulos de mala pata:
- Una chica que me había reservado un manga se lo ha vendido a otra. (Un manga descatalogado que nadie más vende).
- Una persona que me iba a comprar mangas, ha desaparecido de Wallapop.
- Madrugo, me imprimo los deberes de japonés y... me los dejo en casa. (Vale, eso también es despiste mío).
- Me voy de viaje a Italia (o en proyecto está) y... me suben el precio del vuelo de un par de días a otros.
- Caminando por Valencia con mi amiga, llevo el móvil en la mano... Y un tío raro me coge del brazo y dice algo...
- Camino del metro (8 de la mañana), otro tío raro que se cruza conmigo, al pasar por mi lado me grita «¡María, María!»
(—_—;;)

Todo eso... en 2 días...

¡En resumen! Yo no sé si funciona pero... tengo que hacerme con una cinta roja... ¡ya!
Y... ¿dónde sería mejor que me la pusiera?
Mmm... Eso es lo que tengo que pensar.

~Tan indignada estoy que actualizo desde el móvil~

Bai bai~ ^^)/

1 comentario:

  1. Jajajaja.... me ha encantado la entrada.

    Yo más que mal de ojo diría que son malas rachas que todos tenemos de vez en cuando (lo digo por experiencia)

    Y odio a las señoras engatusantes que solo buscan estafarte ¬¬ A ver, si quiero que me leas la fortuna voy yo a pedirtelo y te pago, pero no me pilles de improvisto y luego me pidas dinero.

    Por cierto, tengo pendiente leer tus post del viaje por falta de tiempo, pero da por hecho que los leeré, literalmente porque quiero leerlos, jajaja

    Bye-bye!!

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